Entrevista a Daniel Muñoz
Intervenció de Gastón Lizak al Projecte de B-Murals Aparadors amb Art
Daniel Muñoz es un artista español cuya práctica se centra en intervenciones murales, utilizando el dibujo como herramienta principal de su lenguaje visual. Con raíces en la cultura del graffiti de principios de los años noventa, su obra explora la transformación del espacio público como respuesta al poder institucional y privado. Sus murales suelen combinar elementos de la pintura clásica, la cultura popular y la sátira, abriendo espacios de reflexión en el entorno urbano cotidiano.
Como parte del ciclo Getting Up organizado por B-Murals, Daniel Muñoz presentó su nuevo libro Un tratado en torno al dibujo de contacto, un proyecto que recopila 20 años de dibujos realizados en el espacio público. En esta entrevista hablamos sobre la reciente presentación del libro y el mural que creó en B-Murals, así como del papel fundamental que juegan la observación, el contexto y la colaboración en su trabajo.
El pasado mes de marzo te recibimos en B-Murals para la presentación de tu nuevo libro Un tratado en torno al dibujo de contacto. Para empezar, me gustaría preguntarte sobre el "dibujo de contacto": ¿cómo lo defines y qué te inspiró a explorar este concepto?
La idea principal del libro es tratar de definir ese nuevo concepto que hemos inventado “el dibujo de contacto” sería una herramienta personal con la que yo trabajo y que podría considerarse una disciplina ficticia, o imaginada… pero que el libro pretende dar sentido y hacerla real.
En este libro, compartes 20 años de experiencia pintando murales. ¿Puedes contarnos sobre el proceso? ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro y cuáles fueron tus principales objetivos?
El proceso de imaginar o desear el libro ha sido largo, durante un par de años, pero el proceso de decidir su planteamiento ha sido muy corto, lo hemos hecho todo en un verano. La idea de hacer un tratado ha sido lo que más nos costó decidir a Mawa y a mi, que ha sido la persona con la que he trabajado la parte conceptual del libro. Luego el diseñador Manuel Ponce Contreras ha hecho un trabajo excelente también en un tiempo récord. Los objetivos eran muchos, pero principalmente tomar distancia después de varias décadas y ver mi trabajo y mis inquietudes con una mirada más madura.
La segunda sección, la principal, "Líneas Argumentales", es casi una guía para el dibujo de contacto, comenzando por dibujar una línea y hablar con una pared, hasta llegar al equilibrio y los materiales. ¿Consideras este método que podría generalizarse en el futuro o esperas que tus "recetas" inspiren a otros a adoptar este enfoque?
Si, aunque sea un planteamiento un tanto irónico, el hecho de inventar una nueva disciplina es un gesto que tiene una voluntad didáctica, o social, como quieras llamarlo. Pienso y actúo así porque para mi estas premisas son básicas en todo el arte contemporáneo que merece mi atención.
En tu obra, también exploras la regulación del arte público y su relación con diversos actores del mundo del arte contemporáneo. Creo que el simple hecho de publicar un libro tan completo sobre tus murales ya es una declaración de intenciones. ¿Cómo crees que la publicación de este libro se relaciona con tus ideas sobre el mercado del arte y lo que pretendes expresar al respecto?
El tema del mercado es complejo, como tantos otros temas planteados en el libro, aunque esta publicación no incide mucho en ese asunto, ya que es principalmente un proyecto editorial que trata de formular ideas en torno a mi práctica en el espacio público. Si te fijas detenidamente en cualquiera de mis piezas verás mis posturas con el mercado del arte, con la producción de objetos, con mi modo de enfrentarme a esos conflictos… Mi trabajo habla mucho más de ese problema que el propio libro en sí.
En tu libro, mencionas colaborar con muchos artistas. ¿Cómo influyen estas colaboraciones en tu obra? ¿Cómo cambia el proceso creativo al trabajar con otros?
Mi arte nació en el contexto del graffiti, que básicamente es una práctica comunitaria, casi de secta secreta…las colaboraciones y la camaradería son la base fundamental de ello, por lo tanto estoy acostumbrado a trabajar con gente, aunque eso no significa que colaborar con gente y hacer obras de gran calidad sea siempre fácil. De hecho es muy difícil. Las colaboraciones más recientes son más complejas, porque hay un nivel de exigencia alto, pero todas las que salen en el libro están realizadas con gente del contexto del graffiti, han surgido de manera natural, con grandes amigos y amigas de hace años.
También creaste un nuevo mural en la Galería B-Murals. ¿Podrías hablarnos un poco sobre tu conexión con el espacio, el concepto detrás del mural y su relación con el libro?
Quería que la presentación del libro fuera original e irrepetible, el mural me dio la posibilidad de hacer una charla interactiva con el público. Lo que hice fue dibujar y escribir en la pared los 25 capítulos que tiene el libro, pero utilizando imágenes y palabras que no fueran su título definitivo, sino ideas o títulos que descartamos en el proceso de elaboración del libro. Por ejemplo, el capítulo 25, que es una obra de ficción escrita por Elphomega y Mawa en el libro se titula "30 pasos”. En el mural, para hablar de ese capítulo lo que hice fue escribir un fragmento de un cuento de Borges que leí mientras creábamos ese capítulo.
En tu obra, mezclas elementos del arte urbano y la pintura clásica, lo que a primera vista puede parecer una combinación inusual. ¿Qué te inspiró a unirlos y cómo crees que uno influye en el otro en tu obra?
Como te comentaba, mis primeros impulsos artísticos surgieron a través del graffiti, a principios de los años 90. Me desarrollé en ese contexto y sigo haciéndolo, a pesar de que luego ese fenómeno ha tomado otras formas y otros sentidos, como el llamado “street art” propio del principio de los años 2000, o ya la pintura mural global que empezó a masificarse hace 10-15 años… El libro también trata de explorar todas esas etapas que he atravesado y plantear algunas ideas de cómo estamos en el presente y hacia dónde podemos ir en el futuro.
Tu obra también parece incluir un enfoque lúdico del espacio público, jugando con el entorno. ¿Qué importancia tiene la exploración en tu proceso creativo, especialmente al interactuar con el entorno urbano?
El entorno o el contexto lo es todo. Es arte público, no se produce para un grupo determinado de personas, sino para todo el mundo. Asumir ese “simple” hecho ya determina todo tu proceso de trabajo, pero también tus objetivos. La observación del entorno es la base de mi trabajo, tanto formal como sociopolítica.
¿Qué tipo de interacciones se generan con la gente de las comunidades de los espacios donde trabajas? Me pregunto qué tipo de reacciones sueles recibir del público, tanto durante la creación de los murales como después. ¿Crees que tus intervenciones influyen en la vida cotidiana de la comunidad local?
Las interacciones son de todo tipo, suele predominar la curiosidad, hay una aceptación generalizada porque cuido mucho de explicar a la gente lo que hago y por qué lo hago, siempre desde el respeto pero haciéndoles ver que mi trabajo tiene un sentido crítico. Para ello es necesario un análisis previo del contexto social, y ahí es donde pongo mucha energía. No se si realmente las intervenciones influyen en la vida cotidiana de una manera importante, lo que sí sé , o procuro hacerlo, es explicar a las personas mi función como artista en un lugar que no es el mio. Cuido mucho de no llegar a los lugares y soltarles una imagen como si fuera una bomba cocinada en mi casa y salir corriendo.
Tu obra suele abordar temas sociales, como la vivienda y los espacios urbanos. ¿Crees que el arte, por sí solo, tiene el poder de influir en estos temas o necesita combinarse con el activismo para generar un cambio real? ¿Te definirías como artivista (artista y activista) en este sentido?
Creo en la capacidad del arte como campo de cuestionamiento, y por ello, tiene el poder de plantear ideas para que la sociedad sea más consciente de sí misma. Siempre y cuando tu idea del arte sea social; la mía lo es. Un artista no es más que un indicador, por sí solo el arte no puede detener una injusticia, pero puede generar un clima de reflexión que pueda favorecer a tomar conciencia de que entre todos los agentes sociales, el problema debe solucionarse. No me considero activista per se, solo una persona con curiosidad y ganas de compartir ideas con la gente y poder generar más.
Entrevista a Daniel Muñoz por B-Murals, conducida por Zeynep Ayta
Fotografía de Fer Alcalà
abril, 2025
